¿Por qué es importante la educación desde la infancia?

La base del desarrollo futuro de una persona se construye en esta etapa de la vida, por eso la educación durante la infancia es tan importante para el desarrollo humano.

Cuando hablamos de educación, hay algo más que adquirir información académica. El desarrollo de los valores del niño se denomina educación no cognitiva. Todos los conocimientos que adquirimos durante nuestros años de formación nos ayudan a desenvolvernos en la sociedad y a completar nuestro desarrollo personal. Esta es la razón por la que la educación infantil es tan crucial.

El momento óptimo para adquirir las habilidades que nos permitirán crecer y adaptarnos a cualquier circunstancia a lo largo de nuestra vida es durante los seis primeros años de vida. Así pues, la educación es crucial desde los primeros años de existencia de un niño.

Según diversos estudios, los primeros años de un niño configuran biológicamente el resto de su existencia. En ese momento, el cerebro establece el marco necesario para su intrincado funcionamiento. No hay nada como ver a un niño pequeño para comprender el potencial de su curiosidad por todo lo que le rodea. Este enorme potencial fomenta el aprendizaje en este momento.

Durante este tiempo, todas las señales y estímulos a los que están expuestos se ordenan de tal manera que les ayudan a formular respuestas a las muchas circunstancias con las que se encontrarán. Las conexiones que estos mensajes establezcan a nivel intelectual y emocional determinarán el proceso de aprendizaje y el desarrollo personal del niño. Por esta razón, garantizar una educación infantil sana es crucial.

La educación no consiste en proporcionar tareas terminadas o respuestas correctas. Se trata de guiarles por el camino para que puedan utilizar lo que han aprendido y hacerse cargo de sus propias elecciones y errores. De este modo crecerán y se desarrollarán tanto intelectual como físicamente, así como su personalidad. Esto favorece la integración social y profesional y el desarrollo personal.

El papel que desempeñan los educadores en la gran aventura de la educación es primordial, solo superado por la función que desempeña su entorno familiar. Para que el proceso educativo tenga éxito y se convierta en un verdadero motor de desarrollo para crear sociedades más justas e igualitarias, los niños deben sentirse seguros y respetados.